sábado, 8 de enero de 2011

COMENTARIO ARTICULO "Sugerencias para los padres sobre los niños pequeños y los libros"

Comentario del texto “Los niños pequeños y los libros”


Se trata de un artículo escrito por Luisa Mora en el que se habla de la importancia que tiene la lectura tanto en los niños como en los padres.

Si un niño pequeño ve como sus padres se interesan por la lectura y están rodeados de libros entonces ellos también querrán leer y se interesaran por éstos, pero por el contrario, si los padres se alejan de la lectura los niños lo harán también, rechazarán los libros y la actividad de leer.

Astrid Lindaren (autora de “Pipi Calzaslargas”) apoya la idea de que los padres deben de leer junto a sus hijos y enseñarles los beneficios que tiene la lectura. Deben de enseñarles que ésta es divertida y que aporta muchos beneficios desde que son pequeños. No importa que el argumento sea triste o alegre, lo importante es que los niños desde pequeños tengan la oportunidad de descubrir, junto a las personas que más quieren y que más les influencia, el maravilloso mundo que se esconde detrás de los libros.

La tarea de inculcar a los niños el gusto por la lectura la tienen, sobre todo, los padres, el problema que tienen muchos de ellos es que no conocen la manera correcta de hacerlo, por eso Daniel Penca dice que hay que sacarles a los niños la idea de la cabeza de que los libros son una obligación y enseñarles el placer que da la lectura.

Los padres encuentran otro problema a la hora de elegir un libro adecuado para sus niños. Respecto a este tema hay que saber que no debemos guiarnos por el precio más bajo o por los libros más fáciles de encontrar, sino buscar el libro que más se adapte al niño. Para poder encontrar el libro ideal se puede pedir ayuda a libreros o bibliotecarios, quienes nos pueden recomendar un libro que se ajuste a los gustos y necesidades del niño, pero también conviene leer la contraportada y mirar por encima algunos capítulos en librerías especializadas en literatura infantil antes de comprarlo.

En este artículo aparecen una serie de pautas (se indicaran al final), atendiendo a la edad del niño, para que sea más sencilla la tarea de elección de un libro. También aporta una serie de títulos recomendables para cada etapa para poder crear una guía compuesta por cuentos populares, poesías tradicionales y álbumes ilustrados.

Hay que tener en cuenta que según va creciendo el niño va cambiando su psicología, necesidades afectivas y culturales e intereses, por lo que habrá libros que se adapten a él más que otros, es decir, los recomendados serán los que satisfagan todas esas necesidades.

Antes de que los niños empiecen a leer deben de tener contacto con los libros, por lo que deben manipularlos. Debido a esto no tenemos que preocuparnos si un libro se rompe o se desgasta, ya que eso es señal de que el niño se ha interesado por él, es decir, lo ha manipulado más o menos bruscamente o ha jugado con él por lo que ha podido sufrir roturas accidentales (o conscientes).

Aunque un niño no sepa leer cuando manipula un libro aprende muchas cosas de éste, ya que tiene la posibilidad de descubrir cosas como que las letras van de izquierda a derecha, de que esas letras forman palabras, que hay que pasar las páginas para seguir la historia o, incluso, que la página delantera es la portada. Éste tipo de aprendizaje, al igual que todos los que se dan en esta edad temprana, es natural, es decir, nadie se lo enseña al niño, lo aprende por él mismo (aunque sea incentivado por los padres).

En esta etapa (prelectores) sienten interés y curiosidad por descodificar las palabras, por lo que se les puede estimular haciéndoles preguntas acerca de la letras que conocen, utilizar frases pictóricas (se intercalan palabras y dibujos) y darl4es toda la información que soliciten acerca del tema.

Cuando pasan esta etapa llega el momento de escuchar historias. Según el escritor Paul Auster este momento se da desde el primer año y la necesidad de relatos se manifiesta como el hambre, ya que es igual de fundamental.

Cuando los niños comienzan a escuchar historias no puede ser cualquier historia, deben ser relatos que capten su atención, que les muestren varios puntos de vista de las cosas que les hagan reír, asombrarse y, sobre todo, interrogarse sobre la vida. Es muy importante que los padres sean exigentes para elegir un libro, teniendo en cuenta el gusto de sus hijos y que el libro aporte algo diferente.

Ahora voy a hablar de la clasificación mencionada anteriormente y que puede servir de guía tanto para padres como para profesores. Esta clasificación esta dividida en edades o etapas y es la siguiente:

  • Libros para bebés de 0 a 18 meses: cuando un bebé escucha relatos se va interesando o aproximándose a la lectura y asociará la voz de sus padres con ésta, por lo que le resultará más reconfortante en un futuro la actividad de leer. El mejor momento para esta actividad es la hora de dormir, pero no sirve cualquier libro para esta etapa, tienen que tener una serie de características:

    • Ilustraciones coloridas y estimulantes que permitan la interacción niño – adulto.
    • Texto mínimo para que el niño pue4da seguirlo sin perder el interés.
    • Fotografías de objetos familiares para establecer una conexión entre lo impreso y el mundo real.
    • Material: cartón resistente y seguro (con bordes redondeados), plástico, madera o tela. Puede tener diferentes tejidos para que distingan texturas.
    • Tamaño manejable
    • Como es una etapa de exploración la diferencia entre juguete y libro es muy poca. Debido a esto hay varias clases de libro:

      • Libros para el baño

        • “Elmer” (Fondo de Cultura Económica)
        • Editorial Susaeta

      • Libros para meter los dedos, tirar de pestañas, pulsar botones, de sonidos,…

        • “Libros mano” y “Libros pie” de Edad

      • Libros para reconocer imágenes de otros bebés en actividades cotidianas:

        • Bebés de Helen Oxenbury
        • Colección “Libros del Chiquitín” de Juventud

  • Libros para niños de 18 meses a 3 años: comienza la etapa del lenguaje constituido (> 2 años), en la que expresan cada vez más correctamente. Hay que darles historias cotidianas que identifiquen a su manera y las palabras y acontecimientos se pueden repetir para que los recuerden. Es importante que en los libros aparezcan personajes viviendo aventuras y que les ayuden a aprenden colores, números, etc.… (Elmer en la colección “Mi primera Sopa de Libros” de Anaya). las características de los libros de esta etapa son:

    • Ilustraciones sugerentes y fotografías para mirar y hablar de ellas.
    • Poesías, canciones y juegos acumulativos para repetir con el libro.
    • Historias para ocasiones especiales con mucha acción, lenguaje claro y simple, ritmo y buena proporción entre texto e imagen.
    • Imágenes de objetos cotidianos con un texto repetitivo para presentar el alfabeto o mejorar las bases de la lectura.
    • Variedad de formatos, tamaños y propuestas graficas (de 16 a 20 ó 24 páginas)
    • Algunos libros pueden ser:

      • Con ilustraciones simples pero fuertes:

        • “El arca de Noé” de Lucy Cousins (Serre)

      • Adivinar que objeto se esconde:

        • “¿Qué animal es?” de Pablo Barrena
        • “¿De quien es este rabo?” de Barberis (Susaeta)

      • Historias que hablan de sentimientos:

        • “¿Quién ha robado mi trono?” de Gabriela Keselman (Bruño)
        • “Adivina cuanto te quiero”
        • “Pequeño Cowboy”
        • “¿No duermes osito?”

      • Viñetas sin texto:

        • “Monky” de Dieter Schubert (Lumen)
        • “El muñeco de nieve” de Raymond Briggs (Altea)

      • Para reconocer objetos, con láminas sencillas:

        • “El erizo de mar” (Anaya)
        • “La bola roja” (Lumen)
        • Colección “Miremos” (La Galera)

  • Libros para niños de 3 a 5 años: pueden interpretar narraciones algo más complejas pero expresadas con sencillez. El tema de las historias es muy amplio, ya que hay que hablar con los niños de todo pero expresándonos de una manera especial para que nos atiendan y entiendan. En esta etapa es importante que los padres:

    • Dediquen un rato diario a leer con los niños.
    • Aportarle al niño antologías y libros de poesías y leer con él.
    • Escoger libros con sentido del humor.
    • Animarles a seguir las palabras con el dedo al leer en bajo.
    • Dejarle la libertad de elegir él los libros que mas le guste y preguntarle después por qué.
    • Los libros y temas mas recomendados son:

      • Libros divertidos:

        • “Quiero un gato” de Tony Ross
        • “El príncipe listillo” de Babette Cole

      • Temas escatológicos (placer de leer algo prohibido):

        • “Cuanto cuenta un elefante” de Helme Heine (Altea)
        • “El topo que quería saber quien se había hecho aquello en su cabeza” de Werner Holzwarth (Altea)

      • Animales que se comportan como niños como protagonistas:

        • “Osito” (Alfaguara)
        • “Carlos el tímido” de Rossemary Wells (Austral Infantil)
        • “La familia ratón se va a dormir” de Kazuo Iwamura
      • Sentimientos y miedos:

        • “Un chico valiente como yo” de Hans Wilhelm.

Para finalizar el artículo la escritora habla acerca del sentido de algunos relatos y menciona a Bruno Bettelheim y Marc Soriano. Ambos apoyan la idea de que hay que contar a los niños historias que les den miedo o produzcan angustia para que se acostumbren a ellas y sean capaces de afrontarlas, es decir, si a un niño le da miedo el lobo de Caperucita llegará un momento en el que afronte ese miedo y se sienta orgullosos y preparado para enfrentarse al lobo, además cuando el cazador lo atrapa (atrapa al miedo) el niño se siente mejor, supera sus miedos sintiéndose un cazador.

Los niños se suelen identificar con los héroes de las historias, por lo que según van aprendiendo cosas en el cuento van aprendiendo cosas en la realidad, lo más común es que aprenda a afrontar y resolver problemas (muertes, envidia, celos, etc.…).

Para finalizar hay que volver a decir, ya que es algo importante, el papel que tienen los padres en la lectura de sus hijos. Ellos deben de ser los que encaminen a los niños a la lectura sirviéndoles de ejemplo de lectores y llevándoles a bibliotecas o librerías, además deben de aportarles buenos libros desde que son muy pequeños y pasar tiempo con ellos realizando esta tarea.

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